¿Estamos en pleno empleo?
Decano Facultad de Negocios, Ingeniería y Artes Digitales Universidad Gabriela Mistral
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Erik Haindl
La tasa de desocupación nacional, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), alcanzó al 6,5% en promedio durante 2016, y al 6,1% en el mes de diciembre. Por otro lado, un modelo de flujos dinámicos del mercado del trabajo, permite estimar la tasa natural de desocupación en Chile también en torno al 6,5%. Esto considera un crecimiento de la fuerza de trabajo en torno al 2% anual, una probabilidad de encontrar trabajo en un trimestre de búsqueda de 63%, que es consistente con un periodo esperado de búsqueda de trabajo de 2,5 meses, y un periodo medio de permanencia en el trabajo de alrededor de 45 meses.
Si la medición del INE estuviera bien hecha, esto indicaría que estamos en pleno empleo. En esta condición cualquier persona que deseara trabajar, encontraría trabajo luego de un corto periodo de búsqueda, que en promedio duraría 2,5 meses. ¡Obviamente esto no ocurre! También el PIB observado debería estar en torno al PIB de tendencia. En otras palabras, la brecha macroeconómica del PIB debería ser cero. ¡Esto no se cumple, de acuerdo a los últimos informes del Banco Central, que muestran una brecha negativa!
Que el INE afirme que estamos en pleno empleo parece un chiste cruel para las miles de personas que llevan más de un año buscando trabajo. De hecho, con las mismas cifras del INE, entre diciembre de 2015 y diciembre de 2016 no se generó ningún nuevo puesto de trabajo asalariado en términos netos. Éstos cayeron en 6 mil personas. ¿Cómo una economía que se frena y no genera ningún puesto de trabajo asalariado puede estar en pleno empleo?
La respuesta del Instituto Nacional de Estadísticas es que hubo una explosión del trabajo por cuenta propia. De acuerdo al organismo, entre diciembre de 2015 y diciembre de 2016, la fuerza de trabajo creció en 112 mil personas (1,3%), y la ocupación creció en 81 mil personas. Ninguno de estos ocupados nuevos fue a un trabajo asalariado, sino que en su gran mayoría fueron trabajadores por cuenta propia. Alrededor de 53 mil fueron trabajadores por cuenta propia que trabajan en la calle, ya sea vendiendo productos a los transeúntes, haciendo acrobacias en las esquinas o cantando en el metro. El INE considera como ocupados a todas aquellas personas que la semana anterior a la encuesta hayan trabajado al menos una hora, ganando algún ingreso.
Claramente muchos de estos trabajadores por cuenta propia, que se desempeñan en la calle, se consideran a si mismos desocupados, y realizan estas actividades mientras buscan un trabajo digno. Si consideramos que los 356 mil trabajadores por cuenta propia que se desempeñan en la calle están desocupados, la tasa de desocupación sube al 10,1%.
Por otro lado, el crecimiento de la fuerza de trabajo está claramente subestimado. La población mayor de 15 años está creciendo al 1,8% anual, y hay un fenómeno de incorporación de la mujer que probablemente haga crecer la fuerza de trabajo en torno al 2% anual. Con este crecimiento habría que agregar otras 61 mil personas a los desocupados sólo durante 2015, lo que habría añadido otros 0,7 puntos porcentuales adicionales de desempleo.